domingo, 7 de diciembre de 2008

Feria del Libro - Estación Mapocho - 2008

Con el apuro de poner al día este blog, estaba quedando afuera la nota de nuestra presencia en la Feria del Libro de la Estación Mapocho. Para una editorial pequeña como ésta, llegar a esa instancia en menos de un año de haber salido al mercado con su primer producto es un logro muy importante.

Esta oportunidad se gestó como muchas otras de las cosas que le han ido sucediendo a Mythica Ediciones: casualidad y algo de suerte.

Cierto día de agosto me presenté con el tomo II de Mythica Ediciones donde Norberto Dorfler, el dueño de Crazy All Comics, La Comiquería y El Rebusque, la mayor cadena comiquera en Santiago de Chile. En realidad, la personalidad y contrastes de Norberto da para muchas páginas de blog, por lo que dejaremos para otra ocasión el hablar más en detalle de este singular personaje.

Lo importante es que luego de un inicio en que Norberto ninguneó la iniciativa, no dándole mucho crédito a su posible poder de venta, terminó por aceptar 30 ejemplares en consignación e invitándome a exponer en uno de sus stand de la Feria del Libro de la Estación Mapocho, que se realizaría a comienzos de noviembre. Claro, la invitación era sin costo para mí, con la condición de que se realizara un día de semana, no en alguno de los fines de semana que son el fuerte de la asistencia a éste evento anual. A caballo regalado no se le miran los dientes, así es que no quise poner mayor obstáculo. Además, Norberto siempre parece andar apurado, por lo que conversar con él más de 10 minutos ya es un logro.

Entre agosto y noviembre, Mythica Ediciones decidió apoyar a su dibujante fundador (Claudio "CAOZ" Muñoz) para que editara su obra "Me LLaman Pulp!", llegamos al tomo I de las Crónicas (recuerden, primero lanzamos el tomo II) y cerramos una alianza estratégica con los colegas y amigos de Mortis.cl para editarles el tomo I de los Clásicos del Dr. Mortis. Con todo ello, al llegar a noviembre ya teníamos cuatro productos para ofrecer al público.

La feria dura dos semanas pero por problemas de tiempos con la imprenta, para la primera semana sólo alcanzamos a llegar con Mortis. Y ésta publicación también tiene su anécdota sabrosa con Norberto: Cuando le fuí a entregar los primeros ejemplares, Norberto otra vez ninguneando me preguntaba quien iba a venir a firmar los ejemplares, si don Juan Marino (creador del personaje, su guionista y quien lo representó inigualablemente en el radioteatro) ya estaba muerto. No creía que pasara mucho con eso, pero aceptó que le dejara los primeros diez ejemplares. A los dos días, paso nuevamente a saludarlo y a ver como le había ido con el producto y me dice: -"Y ... parece que la gente estaba dateada o algo así, que se vendieron todos. Traeme 20 más".

A esta fecha, sé que me anda buscando para que le vaya a dejar más ejemplares. Esta semana lo visitaré otra vez, así como a las otras tiendas que se han ido sumando como puntos de venta.

Para la segunda semana, yo había regresado de la Dibujona de Antofagasta (en donde si pude llegar como primicia con el resto de las nuevas publicaciones) y coordiné con CAOZ para que estuviera firmando ejemplares de "Me Llaman Pulp!" el último viernes de la feria. La foto que ilustra esta nota es precisamente de ese día, donde Gonzalo Martínez y su hijos se hicieron tempránamente presentes para apoyarnos.

Una vez más, Gonzalo, ¡muchas gracias!

Descontando el suceso de Mortis, las ventas de Mythica Ediciones no fueron las esperadas en la Feria del Libro; no superaron a las que ya hacemos en cualquier otro evento de menor tamaño. Sin embargo, como dije al principio de la nota, si me comparo con la inversión que realizaron otras editoriales grandes y pequeñas para estar presentes, así como la visibilidad que comienzo a ganar como emprendedor del rubro, no puedo más que estar agradecido de Norberto, que con todo y su mal genio y su modo despectivo, siempre tiene minutos para atenderme y me ayuda con la difusión en sus locales.

Además, el mismo Norberto fué el impulsor de la siguiente idea de ésta editorial. Me decía que lo que nos faltaba a los comiqueros chilenos era creernos el cuento de manera profesional y actuar de verdad en conjunto, sin envidias ni recelos. Bueno, yo acabo de dar un paso fuerte en ese sentido, de lo que les hablaré en una próxima nota.

Un abrazo a todos.

¡Fuerza para la Historieta Nacional!


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