miércoles, 8 de octubre de 2008

Comics en Puente Alto


Dado que Mythica Ediciones como tal no cumple aún su primer año, todos los eventos a los que he asistido tienen carácter de primicia y novedad para mí. Por ello es que me han servido para ir tomando el pulso de la actividad comiquera nacional y a la vez, distinguir las distintas visiones de la industria que son acogidas en cada uno de ellos. Y hasta la fecha, todos han tenido un sello distintivo.

En el caso del 5º encuentro de Comics de Puente Alto, siento que su característica más notoria, en donde obtiene nota sobresaliente para este cronista, es en su infraestructura.

Este año se realizó en la sede puentealtina del DUOC, un edificio de reciente construcción y arquitectura moderna. La exposición se organizó en su amplio salón de acceso, un patio de luz con excelente ventilación e iluminación mediante luz natural. Quizá lo único que no se pudo preveer es el fuerte viento que atravesaba el lugar, lo que hizo que mi aguerrido pendón se fuera al piso un par de veces, hasta que decidí protegerlo dentro del stand.

Y esta vez puedo escribir stand con todas sus letras. No se trataba de una o dos mesas cubiertas (o no) con un mantel, sino de sencillos pero eficientes módulos de aluminio y melamina, que contaban con el nombre de cada expositor en letras de molde; con iluminación y tomacorriente individuales y operativos, además. Quizá no era un stand como los que quizá algún día pueda conocer en la ComicCon de San Diego, pero era un notorio avance sobre mis experiencias anteriores como expositor.

La ubicación de la muestra en este lugar, cercano a un supermercado, a un McDonad's y a un circo, permitió un constante flujo de personas. Y lo que considero más importante, se trató de público compuesto por grupos familiares. Siempre he notado que los eventos comiqueros tienen el público "duro" que todos conocemos, los adolescentes que representan alguna tribu urbana, los jóvenes dibujantes que buscan quien mire sus carpetas y les dé una opinión o crítica y, por supuesto, el grupo de artistas que utilizan estos eventos para reunirse con sus pares, conversar y ver en que anda cada uno y contarse los últimos chismes de éste reducido medio.

Obviamente, en un evento como el reciente EIE no se espera la presencia familiar, dado que su orientación era específica para quienes hacen o quieren hacer comics en Chile, pero si lo comparo con la ConComics de Valparaíso, por ejemplo, la presencia de la familia como núcleo, estuvo más representada en Puente Alto que en Valparaíso.

Ambas orientaciones son válidas, todo depende del objetivo del expositor. En lo que a mí respecta, es valioso para una editorial pequeña el codearse con otras más experimentadas, contactar tiendas y recoger la opinión de un público difícil porque conoce mucho del medio. Eso me lo permitió la Concomics. Pero es igual de valioso el contactar al padre y la madre que va con su hijo de paseo y conversar de la historieta en general, la que tuvimos en Chile hace tres dédacas y la que queremos tener ahora. La idea de ésta última opción es presentar la historieta a quienes usualmente no la consumen, ya sea a través de sus hijos o el contacto directo con el expositor.

En el tema de la venta misma, en este evento fue donde menos ejemplares he vendido. Definitivamente en ese aspecto estuvo mejor el EIE y la Concomics, pero las razones son entendibles según lo explico en el párrafo anterior. Es más difícil vender el comic a quien usualmente no lo consume. Ese es un reto pendiente.

La organización en Puente Alto estuvo casi perfecta. Esta vez se preocuparon de que los expositores recibieran almuerzo, un pequeño pero muy importante detalle. El animador principal se encargó de mantener a los pequeños (y no tan pequeños) asistentes, entretenidos, lo que como padre de familia que va de paseo con su prole, siempre se agradece. Caso aparte el de la hiperquinética mascota del evento, excelente en su papel de motor de fiesta. La tarde del sábado y domingo fue una agradable alternativa de paseo para varios padres. Se organizaron concursos durante todo el día, contando incluso una competencia muy simpatica que enfrentaba a los dibujantes de cada stand, lo que acentuaba el espíritú de fiesta familiar que se le quiso dar al evento. El cosplay en este caso tuvo un lugar adecuado, ya que se organizó una mini representación del tipo teatro al aire libre con los personajes de Star Wars, que fue muy aplaudida.

Contaron además con musica en vivo, lo que si bien era un plus que permitió traer más gente en las horas finales de cada día, los decibeles de la música hicieron muy difícil el trabajo en esas horas, sobre todo porque mi stand era precisamente el que tenía más cerca el escenario y su amplificaciòn.


La mayor falencia creo que estuvo en el tema de la difusión, porque aunque según me comentaban los organizadores el anterior lugar donde hacían este evento les había quedado chico, en este caso todavía les quedaba grande. Dado el clima agradable, buena ubicación e infraestructura con la que contamos, la afluencia debió haber sido mucho mayor.

Personalmente, el primer día tuve el honor de estrechar las manos de dos dibujantes chilenos de excepción (que fueron además mis dos primeros compradores, a los que sólo conocía por su trabajo en prensa y revistas antiguas "para caballeros": De La Barra y Loren. Conocí a Alonso Salazar, el autor rancagüino que fue mi vecino de exhibición con su revista Sewellman, una interesante visión de superhéroes, minería y campo a la chilena; que ojalá logre hacer llegar hacia Santiago y el resto de Chile. Adquirí más ejemplares para incrementar mi colección de historieta nacional, saludé a quienes ya me son conocidos, hice nuevos amigos y contactos, vendí varios ejemplares más de Mythica y continúo haciéndome presente en el mercado, lento pero seguro.


Darth Vader y el Emperador Palpatine: "Mythica Ediciones ... la lleva!"

(Más fotos del evento en el foro de Mythica Ediciones)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estos eventos siempre son positivos.

Y a De la Barra yo lo conocia de años, sus dibujos quiero decir, por la vieja revista Topaze y por un par de revistas pornograficas que, de forma totalmente accidental,llegaron a mis manos. Creo que era De la Barra, porque apenas las hojee y despues las bote al darme cuenta del material que contenian.

Gonzalo Martinez dijo...

Los stands de Pte. Alto son mejores que los que provée la Comicon de San Diego.

:)

Gonzalo.

caoz dijo...

igual vamos a llegar a Sandiego con mythica pa constatarlo.. =)