sábado, 29 de septiembre de 2007

¡Grande, Maestro!


El jueves pasado, por fin pude conocer en persona al autor de tan magníficos personajes e historias que poblaron mi infancia y adolescencia temprana. "Themo Lobos" es hoy un anciano pequeñito, casi calvo, con grandes anteojos para corregir miopía y estrabismo. Sin embargo, su lucidez actual es envidiable, la energía que emana de todo ese pequeño cuerpecito cuando habla de su pasión (la historieta) realmente conmueve. Al saber de mi apellido, recordó de inmediato una viñeta que el mismo había dibujado hace 30 años, (Mampato y Ogú viajan a la Primera Guerra Mundial) en donde se leía "rauchen verbötten". Mi apellido significa humo, y usado como forma verbal significa fumar; el cartel decía "prohibido fumar".

Le mostré las primeras páginas de la novela gráfica y alabó mucho al dibujante (CAOZ), enviándole cariñosos saludos y mucho ánimo para perseguir sus sueños. Y al saber que yo era el guionista, me felicitó y confirmó lo que vengo diciendo hace mucho; ya que "Themo" también es de la idea de que en Chile hace muchísima falta un semillero donde formar guionistas de historieta.

Había bastante gente joven, incluso padres y madres llevando a sus hijos para mantener con vida a la nueva generación de lectores. Y por supuesto, dibujantes que le mostraban al Maestro sus trabajos. Era emocionante escuchar de "Themo" siempre palabras de aliento, no tan sólo de buena crianza, sino observaciones agudas y útiles para los noveles artistas.

En mi caso, conversamos mucho sobre la paternidad que tiene la historieta sobre el cine, de como mucha de la disciplina cinematográfica es deudora de este nuestro arte. Recibí algunas indicaciones sobre el trabajo de guión, sobre el por qué disponer o mostrar tal o cual escena y omitir otras, en fin ... palabras que atesoro con mucho cariño, con mucha emoción.

Hace 30 años Themo era un dibujante a su máxima potencia, y yo un niño que aprendía muchas cosas leyendo su Mampato, soñando algún día dibujar como él. La vida me llevó por otros derroteros, hoy ya no dibujo pero sigo amando la historieta. Mythica Ediciones cuenta con un magnífico equipo de diseñadores y dibujantes que están llevando a la realidad mis fantasías, permitiéndome cumplir así, mi sueño infantil. Y el Maestro sigue aquí, sembrando su semilla en nuevas generaciones, con la ayuda de todos nosotros que difundimos y protegemos su legado.

Quiera Dios que a sus ochenta y tantos todavía le quede hilo en la carretilla para poner éste verano en sus manos el primer libro de las Crónicas de Mythica. Será para mí (y creo que para el resto de los que formamos el equipo) un orgullo y una felicidad enorme el presentar ante Themo Lobos una obra gráfica que está tan en deuda con él.

Nos leemos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Solo puedo decir una cosa...










Puta que envidia...