La historia de ésta exposición señala que, pese a su corta vida, no ha estado exenta de dificultades. Para llevar a cabo su segunda edición, los muchachos del grupo PAC debieron luchar denodadamente contra la desidia y la burocracia. Finalmente, este fin de semana consiguieron llevar a buen puerto la iniciativa.
El sábado a las 10:30 ya estaba instalando el stand de Mythica Ediciones (decir stand es mucho, ya que se trata como siempre de mi querido pendón y los ejemplares para la venta). La sala en la que estábamos era muy fría, lo que sumado al frío de esa mañana sabatina, se hizo sentir con ganas en mis adoloridos huesos. A decir verdad, avanzado el día el flujo de gente no se veía prometedor. Quizá falló la difusión, quizá simplemente nos tocó un día gélido. Como dato, he ido aprendiendo que si se desea un evento en donde se pueda vender, se tiene que hacer al comienzo de un mes, no al final de éste.
Pero en la tarde la cuestión mejoró un poco, debido a que el sol decidió alumbrar por un rato el añoso pero bello caserón de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile. La corrida de mesas que se dispuso en el patio, forradas con cartulina y con lápices atados a ellas, pronto comenzó a poblarse por cientos de dibujos de los más variados estilos. Se hicieron un par de charlas que deben haber estado interesantes, pero una vez más, dado que todavía no cuento con la promotora buena moza que pueda atender el stand cuando no estoy, me quedé sin oírlas.
El buen amigo Cristóbal (quien ya había jugado similar papel durante el EIE), me acompañó en algún momento, pero quería asistir a las charlas y compartir con la gente. Mi princesita Uialwen también se apareció ese día, y como si fuera un hada mágica, trajo al sol y a mis primeros compradores. Tímidamente, logré vender mis primeros ejemplares. Pero, si bien la venta no fue el fuerte del evento para mí, nuevamente logré concertar reuniones con gente del medio que, si Dios quiere, depararán espectaculares sorpresas (que para mantenerlas como tales, me las guardo por ahora).
A las 19:00 el frío había regresado, la asistencia había mermado considerablemente y decidí terminar mi jornada.
El domingo amaneció mejor aspectado. Hubo sol, lo que me hizo renunciar a mis deseos de quedarme en casa, por lo que emprendí camino a esa segunda jornada de FUKK.
El día anterior había aparecido una nota a toda página en un periódico de circulación nacional, lo que redundó en que el domingo la afluencia de público fuera notoriamente mayor.
Personalmente, me había hecho a la idea de que al ser un evento universitario y a fines de mes, el público estaría compuesto de jóvenes que deben ingeniárselas para estudiar, movilizarse y comer con una mesada exigua. El sábado no vendí mucho, por lo que tampoco esperaba vender más el domingo. Sin embargo, aparecieron los padres de familia con sus hijos, grupos que habían decidido ocupar parte de ese domingo soleado para venir a conocer algo de la producción comiquera nacional. Y no sólo padres, sino los mismos adolescentes y jóvenes que había visto el día anterior, regresaban ese día siguiente a concretar su compra de las Crónicas de Mythica.
Además, encontré una excelente promotora que me apoyara en el stand, por lo que pude asistir a la charla que informaba del próximo Festival de la Historieta en Valparaíso (véase la nota que publicaré al respecto en los próximos días). Isabella es hija de Claudia Contreras y TEC, los organizadores del Festival en Valparaíso. Su belleza y dulzura me aseguran un lleno total en el stand de Mythica Ediciones, en donde conseguí el gentil permiso de su madre para que me acompañara y de esa forma pudiera yo asistir de una buena vez a las charlas, que en ésta ocasión prometen estar espectaculares.
El sábado a las 10:30 ya estaba instalando el stand de Mythica Ediciones (decir stand es mucho, ya que se trata como siempre de mi querido pendón y los ejemplares para la venta). La sala en la que estábamos era muy fría, lo que sumado al frío de esa mañana sabatina, se hizo sentir con ganas en mis adoloridos huesos. A decir verdad, avanzado el día el flujo de gente no se veía prometedor. Quizá falló la difusión, quizá simplemente nos tocó un día gélido. Como dato, he ido aprendiendo que si se desea un evento en donde se pueda vender, se tiene que hacer al comienzo de un mes, no al final de éste.
Pero en la tarde la cuestión mejoró un poco, debido a que el sol decidió alumbrar por un rato el añoso pero bello caserón de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile. La corrida de mesas que se dispuso en el patio, forradas con cartulina y con lápices atados a ellas, pronto comenzó a poblarse por cientos de dibujos de los más variados estilos. Se hicieron un par de charlas que deben haber estado interesantes, pero una vez más, dado que todavía no cuento con la promotora buena moza que pueda atender el stand cuando no estoy, me quedé sin oírlas.
El buen amigo Cristóbal (quien ya había jugado similar papel durante el EIE), me acompañó en algún momento, pero quería asistir a las charlas y compartir con la gente. Mi princesita Uialwen también se apareció ese día, y como si fuera un hada mágica, trajo al sol y a mis primeros compradores. Tímidamente, logré vender mis primeros ejemplares. Pero, si bien la venta no fue el fuerte del evento para mí, nuevamente logré concertar reuniones con gente del medio que, si Dios quiere, depararán espectaculares sorpresas (que para mantenerlas como tales, me las guardo por ahora).
A las 19:00 el frío había regresado, la asistencia había mermado considerablemente y decidí terminar mi jornada.
El domingo amaneció mejor aspectado. Hubo sol, lo que me hizo renunciar a mis deseos de quedarme en casa, por lo que emprendí camino a esa segunda jornada de FUKK.
El día anterior había aparecido una nota a toda página en un periódico de circulación nacional, lo que redundó en que el domingo la afluencia de público fuera notoriamente mayor.
Personalmente, me había hecho a la idea de que al ser un evento universitario y a fines de mes, el público estaría compuesto de jóvenes que deben ingeniárselas para estudiar, movilizarse y comer con una mesada exigua. El sábado no vendí mucho, por lo que tampoco esperaba vender más el domingo. Sin embargo, aparecieron los padres de familia con sus hijos, grupos que habían decidido ocupar parte de ese domingo soleado para venir a conocer algo de la producción comiquera nacional. Y no sólo padres, sino los mismos adolescentes y jóvenes que había visto el día anterior, regresaban ese día siguiente a concretar su compra de las Crónicas de Mythica.
Además, encontré una excelente promotora que me apoyara en el stand, por lo que pude asistir a la charla que informaba del próximo Festival de la Historieta en Valparaíso (véase la nota que publicaré al respecto en los próximos días). Isabella es hija de Claudia Contreras y TEC, los organizadores del Festival en Valparaíso. Su belleza y dulzura me aseguran un lleno total en el stand de Mythica Ediciones, en donde conseguí el gentil permiso de su madre para que me acompañara y de esa forma pudiera yo asistir de una buena vez a las charlas, que en ésta ocasión prometen estar espectaculares.
En resumen, el segundo día fue mucho mejor y estadísticamente, si se considera la juventud del evento y de sus organizadores, la cantidad de público asistente y el target esperado, realmente ha sido uno de los eventos donde mejor me ha ido en el plano netamente comercial. Y para que hablar en el aspecto personal, donde sigo conociendo gente, reencontrándome con otra que a fuerza de toparnos y toparnos en eventos ya son casi como de la familia ... mi familia comiquera.
El próximo fin de semana se viene el encuentro comiquero en Puente Alto. Manténgase en nuestra sintonía, que le estaremos informando.
El próximo fin de semana se viene el encuentro comiquero en Puente Alto. Manténgase en nuestra sintonía, que le estaremos informando.
2 comentarios:
Buena reseña amigo Marcos.
Es cierto que la burocracia y la desidia es un obstaculo complicado de resolver. Si tienen esos problemas en Santiago, imagínate los problemas que tengo acá en Antofagasta, en donde la mayoría de los fanzineros está lejos.
Y lo de la difusión es un hecho más que relevante. Acá en Antofagasta ya estamos empezando con la difusión de la Dibujona, ya por medios masivos. Lamentablemente la comunicación y difusión a través de Blogs y Foros es muy marginal.
Me alegro también que las ventas hayan subido. :-D
Yo fui el sábado y la pasé bien, lamentable que el público no haya acompañado en ambos días, pero las cosas son así...
Felicidades a los organizadores y a Ustedes por su constante esfuerzo de estar ahí...
nos vemos en Puente Alto
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